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Foto del escritorAlicia Maya Mares

☠️🌒 La oscuridad que mira desde las estrellas: Cosmos Nocturno, de Gerardo Lima


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Cosmos Nocturno (FETA, 2018)

Una antología de cuentos terrorífica de Gerardo Lima



Páginas: 114

Publicación: 2018


“Los niños chillan, gritan y luego guardan silencio. Los cuerpos rojos son depositados en hoyos próximos a las raíces. La sangre inunda el suelo y es hermosa, semeja caramelo derretido o jugo de betabel. Los infantes cubren de tierra a sus nuevos muertos y riegan sobre las tumbas tantos pétalos de zempasúchil como han podido reunir. Esperan. La tarde es larga.”


¿Qué mejor manera de disfrutar octubre sino con una lectura espeluznante? Así que henos aquí.


Una explosión galáctica a partir de Beksinski

Cosmos Nocturno (FETA, 2018), reúne 21 cuentos afiebrados, oscuros, destazados, malditos, casi todos de la misma extensión.

En esta obra, Gerardo Lima, originario de Tlaxcala, aborda ciudades imaginarias y fascinantes (piensen Las Ciudades Invisibles de Italo Calvino pero más tenebroso); ciudades casi reales, vibrantes y afectadas, siempre desencajadas. Estas se van difuminando hacia un universo donde nada es lo que parece, donde viejas entidades acechan agazapadas, ya estiran los dedos, y los personajes se entregan casi dichosos a ellos.

En estos cuentos encontraremos objetos mágicos, excentricidades, vértigo, maldiciones latentes y metamorfosis inminentes, todo abocado —e inspirado— por la extrañeza del arte de Zdzisław Beksiński.

Lima construye cada cuento a partir de una pintura o dibujo diferente del artista polaco; los expande en un evento galáctico como Big Bang o toma un elemento distintivo de la pintura para luego retorcerla del pescuezo.



Los cuentos en Cosmos Nocturno

Son breves, no superan las 6 páginas, pero tienen constelaciones dentro. Y justo como con el espacio, abarcar y cartografiar todos los astros suspendidos allá afuera es una tarea tan titánica que resulta imposible. Podría comparar los relatos con la galaxia contenida dentro del collar de Orión, de los Hombres de Negro.

En estos cuentos se prioriza la descripción del concepto. Todas las emociones y sucesos se narran con lujo de detalles, podría hasta decir que se sobre-explican; no obstante justo en este exceso de descripciones y declaración de emociones está lo opaco: nunca llegué a entender bien todo.

Y es que con cada párrafo, la trama era más difusa. Los ambientes y ciudades se colapsaban sobre sí mismos como construcciones de origami o los sueños en Inception; a cada página la locura o doble naturaleza de los protagonistas era más evidente. Y esta locura me jalaba. Jalaría a cualquiera.

"Ahora lo comprendo, ésta es mi obra: arrancar a las garrapatas de las alfombras raídas y convertirlas, con mi poesía, en insectos gráciles que puedan volar sin cansarse. Larga es la noche, y nosotros, ligeros."


El vértigo, lo atávico

Aquí hay cierta disonancia estructural, escrita a propósito y con ánimos de perturbar. Me recordó a la arquitectura de Hill House, cuyo vértigo surge de contemplar algo más grande de lo que se puede transitar— o mesurar. Esta percepción se resalta sobremanera en aquellas ciudades de naturaleza arcaica, como aquella de "En la calle de los edificios colmena”, y sobre todo, la mística y distante “Necrópolis".

No obstante, mi cuento favorito fue “Giallo”, donde un atardecer perpetuo acecha una ciudad y la deja congelada en tintes ambarinos.

La investigación histórica es evidente en el libro, pero más que nada, el ánimo de Lima de impulsarnos a encontrar filtros. Nos alienta a quitarnos la máscara para ver lo crudo y verdadero, lo que se oculta detrás de la fachada de normalidad; aquello que tuerce las esquinas de estas urbes atávicas y en brincos oscuros siempre nos eludirá.

Es allí donde reluce su escritura, inspirada en la alta tradición del horror cósmico, en la cual la locura es la última consecuencia de atreverse a encarar seres y mundos cuya naturaleza y dimensión están fuera de nuestra capacidad perceptiva.

Por eso lo leí en breves dosis, dejando un espacio de reflexión y sueño tras cada cuento. Intentar leerlos todos de golpe (tentador, debido a la breve extensión de Cosmos Nocturno) creo que generaría whiplash.


Los iluminados duermen


Ya sé que estoy gastando la metáfora de galaxias y constelaciones pero aquí la última: Cosmos Nocturno es un título muy adecuado puesto que cada cuento es parte de una misma constelación. Solo que, aquí, lo que conecta los cuentos no es el brillo de los astros, sino la oscuridad entre las estrellas.

"La comida es llevada a los almacenes. Gesto vano —dicen los que la consiguieron—. No tendrán tiempo de disfrutarla. La han traído porque ya la habían recolectado cuando se toparon con la oscuridad, con su avanzada: bestias parecidas a lobos, más grandes que búfalos, y mucho más amenazadoras. Sus ojos son profundos y muy negros, pero resplandecen como ópalos, incluso a la distancia. En sus miradas se descubre la esencia pura de la guerra, la enfermedad y la putrefacción. Las criaturas están hechas de la misma materia que la serpiente celestial. No hay salvación. Los iluminados duermen. Los dioses han sido ahuyentados. Estamos solos."

Lectura ideal para esta época.

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