Páginas: 135
Publicación: 2023
Editorial: Elefanta
El libro de las costumbres rojas
12 cuentos breves que habitan en los intersticios de la vida, que no le temen a los argumentos insólitos.
El libro de las costumbres rojas es el primer libro de cuentos de Elisa Díaz Castelo, publicado este año por Elefanta Editorial, y no tardé en leerlo.
En él, hallé cuentos con temáticas variadas: una mujer que acaba de perder a su madre y lentamente se transforma en ella, otra que va perdiendo palabras y se va olvidando del lenguaje, un hombre que confunde a su mujer con otra en la penumbra del cine, un terapeuta y su cliente que se quedan encerrados en el consultorio.
Entre ellos, destaco ‘Largo viaje de agua hirviendo’; un cuento polifónico de tintes autobiográficos, narrado por distintos escritores que se ganaron una beca en la CDMX, y quienes no dejan de toparse al famoso Mario Bellatin. Seguimos sus peripecias hasta que el señor adquiere una omnisciencia casi fantasmal, pues parece estar en todos lados. Lo creo el más ameno de toda la colección.
En estos cuentos, los encuentros de amantes fortuitos y reflexiones sobre amoríos pasados se compaginan con situaciones lúgubres como el luto, o situaciones inauditas como transformaciones, suplantaciones y vagabundeos por espacios liminales. Díaz Castelo sí que sabe narrar la pérdida y la otredad.
La carga poética
Claro que, los relatos no dejan de lado ciertos toques simpáticos, como describir las alitas como “alitas barbiquiú” o nombrar al sueño de una anciana tan “inquieto y leve como el de los flamingos”. Estos toques aterrizan los textos. No obstante, la mayoría divagan mucho, se engolosinan con describir las cosas desde una perspectiva intensamente poética y, en ocasiones, críptica.
Claro, no es de sorprender que los cuentos de Elisa Díaz Castelo tengan una alta carga de poesía, pues ella misma es una aclamada poeta.
Entre mis frases favoritas de este libro, apunto:
"Cascabeleo de su propia sangre ronca."
"Mamá sostiene mi mano. Camina a grandes pasos y sus taconea suenan: un, dos, tres, un, dos, tres. Son dos pájaros rojos que intentan romper el piso con su pico.”
“[…] Recuerdo con nitidez sus palabras. Cinco monedas de plomo que un adulto deja caer sin deseos a una fuente.”
Sin embargo, a veces se le da prioridad a la faceta poética por encima del desarrollo de una trama comprensible. ‘Seda sucia’ y ‘Plantas de sombra’ adquirieron una densidad casi intransitable.
El vértigo de leer a Díaz Castelo
“Entonces me dio el anillo y temí que se deslizara de nuestras manos y cayera en el abismo de coches y luces encendidas y sentí cosquillas en el estómago y me dolieron los pies. Es absurdo tener vértigo por algo ajeno a uno mismo.”
Quiero finalizar la reseña con esta cita. Todos los cuentos consiguen despertar ese vértigo por algo ajeno, esa profunda empatía y extrañamiento por situaciones que la autora nos presenta bajo una nueva luz.
Solo hay que tener la valentía de extender la mano hacia esa luz.
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