Publicación: 2017
Editorial: Sexto Piso
Páginas: 704
Cuando empezó esta tendencia de adaptar cuentos clásicos a películas sexys, enfocadas más hacia un público adulto (Blancanieves y el Cazador (2012), Caperucita Roja (2011) Hansel y Gretel (2013) ) dije, como Oogwey, "mi momento ha llegado".
Siempre me encantaron los cuentos de hadas. Y afortunadamente, de pequeña, me dieron los libros de Grimm y Perrault originales (sí, con los asesinatos y muertes de inocentes). Punto para mis padres.
No obstante, las películas decidieron darle un enfoque predeciblemente hollywoodense y violento de manera grotesca (además de cambiar el argumento); lo que no terminó por gustarme. No fue hasta el 2017 que descubrí a Angela Carter y... pues, fue el fin y el inicio de todo.
En esta colección definitiva de Carter, encontrarás todos sus cuentos (duh) de aquellas publicaciones pasadas como Fuegos artificiales, La cámara sangrienta, Venus negra y Fantasmas americanos y maravillas del Viejo Mundo; pero con un giro de tuerca interesante: incluye relatos inéditos.
¿Qué con Carter?
Bueno, para empezar, es una de esas figuras tan eruditas que es inverosímil. Fue mentora de Kazuo Ishiguro, el ganador del Nobel, amiga de Salman Rushdie, estuvo en los círculos más intelectuales; pero le falta reconocimiento y sobre todo en lengua hispana. Quemar las Naves viene a remediar esto.
Se ha dicho que su obra maestra es el libro La Cámara Sangrienta, porque en este volumen ella hace una readaptación única de algunos cuentos de hadas. La verdad, fue el que más me gustó.
-Todo hombre debería ocultar un secreto, aunque solo sea uno, a su esposa –dijo-. Prométeme esto, mi pálida concertista de piano; prométeme que usarás todas las llaves del llavero menos la pequeña que te he enseñado al final.
Bella y Bestia, el Gato con Botas, una efímera Blanca Nieves, Caperucita y el Lobo y Barbazul son los protagonistas de relatos que, a pesar de ser tan audaces como para cambiar aspectos fundamentales del cuento "original", parece que nos devuelven a las raíces del mismo.
Siempre tendrán un lenguaje barroco -llenísimo de descripciones, quedas abrumado por las sensaciones- e irónico, llegará a ser hasta grotesco y violento cuando se necesita; pero el elemento que más comparten es la elocuencia de una narrativa que nunca se detiene y siempre es muy sensual.
Hay cuentos más largos que los otros pero todos tienen esto en común: son fascinantes, provocadores, te dejan la nariz saturada de colores y los ojos llenos de olores. Es algo bien sinestésico y poético, lo sé, pero Carter se merece ser descrita con este lenguaje.
Creo que describirles La Cámara Sangrienta es buen punto de partida para explicarles mi reseña acerca de este volumen de Cuentos Completos (sí, con mayúscula).
¿Qué encontrarás?
Intentar explicarles toda la obra de Angela Carter es una tarea titánica digna de un doctorado. No puedo esperar hacerlo aquí.
Pero ya teniendo el referente de estos cuentos, puedo agregar las impresiones con las que me he quedado del libro.
Carter tiene una fijación por la parafernalia del escenario, la pantomima del arte, la sensualidad de la muerte y el poder de los instintos. Casi todos sus cuentos parecen estar sumidos en la penumbra, pero la manera en que describe todo hasta parece sacar chispas. Leerla es transformarse en una pintura en claroscuro.
Es lista y lo sabe. Ha leído muchísimo y lo sabe, pero construye su universo con pocas referencias a otros.
Sueños de Japón, vampiras "aquejadas de ennui" (me gustó esta frase), verdugos enamorados de las hijas y hermanos incestuosos que vagan por un Edén post-Edén, Poe, Lizzie Borden la asesina, mundos invertidos mediante el espejo, una Bella vuelta Bestia, un western donde el diablo anda suelto, títeres vivientes, la Alicia de Carroll soltada en Praga, otra Alicia-Lobo, Shakespeare, tinieblas de lo sexual envueltas en tortura...
Hay muchos cuentos.
Unos fueron terribles, de verdad me parecía que tendría pesadillas, pero de todos modos seguía leyendo.
Pinceladas del Libro
Ambientación
Leer los relatos nos devuelve a un mundo salvaje, primitivo, donde el paisaje es el que devora al humano, la historia es lo importante sobre el carácter de los personajes, y no al revés. Todos creemos saber lo que va a pasar, pero Carter ralentiza el ritmo, describe y describe, genera una tensión/intriga que queremos romper, y puede llegar a ser desesperante.
Siempre te queda un sabor en la boca, el fantasma de un olorcito. Tiene una capacidad descriptiva intimidante.
Ritmo
No puedo hablar por todo el libro. Hay unos que se leen de un tirón -El Gato con Botas- mientras que hay otros que son difíciles de atravesar, te dan ganas de rendirte. Lo de Lizzie Borden se me hizo particularmente difícil, porque quería gritarle ¡YA LLEGA AL PUNTO! Pero -perdonen el oxímoron- ése es el punto. Carter es la deidad cruel y bellísima de todas sus historias. La voz omnisciente tras bambalinas.
Estilo, en General
Describe las cosas más terribles con una elegancia devoradora, va emborronando los límites de qué se puede hacer o no en la escritura. Hay secciones que son casi poesía. Hay cuentos completos sin diálogos. Hay referentes y simbolismos casi ocultos, cuentos en formato teatral, textos-ensayo y otros que más bien parecen textos-estampilla.
Y además, siempre lo hace a través de una mirada feminista donde se explora y deconstruye la identidad de todo y todos. No hay temor a lo sacrílego, no hay temor a mujeres que dominan su sexualidad (y por ende controlan lo que les sucede). Y siempre puedes presentir/predecir la magia.
«Angela Carter parecía estar siempre a punto de conferir algo: un talismán, un símbolo que permitiría atravesar el oscuro bosque, las palabras mágicas necesarias para abrir una puerta encantada». Margaret Atwood
Veredicto
Son muchos cuentos, la verdad no me acuerdo del número. Y no les diré que el trayecto fue delicioso, sencillo, como ir trotando por el campo. De por sí el volumen de libro (704 páginas) es intimidante; a eso súmale que es una autora que le gusta construir mundos y a todos darles una magia diferente, que le gusta jugar con el lector. Es tan auténtica y original que nunca encontrarás los mismos elementos en sus relatos. Algunos serán violentos, sangrientos, terribles; otros misteriosos y llenos de personajes fantasmagóricos, otros crudos, pintorescos y realistas, otros casi bíblicos y audaces, otros serán divertidos y musicales.
A todos les unirá algo: este silencio apabullante de un lector que se enfrenta a una figura literaria masiva, lector que lee con el pasmo de quien se va dando cuenta que está ante una pluma maestra.
¿Es raro ponerse triste por que alguien se haya muerto antes de hayas nacido?
En mi caso lo sentí así. Carter murió en 1992 en "el apogeo de sus poderes" y me entristece haber nacido después. Pero al menos sacaron este volumen con cuentos inéditos y puedo sentir que ella acaba de publicar algo nuevo en un mundo donde ya existo.
¡Es un Kaiju Categoría 4, mis Jaegers!
¡Esta es una reseña que NO está en mi canal de Leer en Neón!
Sería una muy larga así que por eso decidí escribirla.
Visítalo, allí hablo sobre la literatura con amor y respeto, pero sin perder un toque de diversión.
Novelas gráficas, manga, poesía, narrativa, dramaturgia… en fin, hay de todo un poco. 😎
Con solo una personita que le haya servido la reseña, me doy por bien servida.
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