Páginas: 122
Publicación: 2015
Editorial: Laguna Libros
Bestias: Once cuentos de Gabriela Arciniegas
“Ella, en su corto paso por este siglo, nunca entendió lo que significaba el futuro, o que ella estaba viviendo en él. Pero son duda entendió que el fin de esa gente que la había revivido consistía en inventar artilugios, como la lengua y el teléfono, para la caza, oficio quede, de alguna manera, se había vuelto un arte dedicado al acecho sin ataque.
Quiero creer que fue por eso que la mujer de la foto, la mujer del pleistoceno, subió hasta el último piso del edificio y se dejó caer.”
Los cuentos de Arciniegas son, a falta de una descripción más imaginativa, un verdadero caleidoscopio, donde cuentos de gran comicidad y ternura coinciden con los místicos y sagrados, con los grotescos y estrafalarios.
Estos 11 cuentos breves -e ilustrados, además-, son un vistazo al imaginario de Arciniegas, ora anudado a los escenarios colombianos, ora localizado en tierras distantes y ajenas. Es un panorama irisado y temible, fascinante, contenido adrede por la brevedad de los textos.
Breve panorama de los cuentos
En 'Rocío', por ejemplo, una oficinista atraviesa una metamorfosis más gentil que la indiferencia laboral. En 'Pleistocénica', una mujer neandertal es revivida para trabajar en un call center. En 'Baal', un monje desentraña una antigua profecía tallada en piedra, antaño obsesión de su maestro y ahora suya; profecía referente a un ente comandado por los dioses.
En 'Regido por la luna', una criatura deforme nacida en secreto en el seno de una adinerada familia descubre su talento sanguinario. Mientras que en 'Teratoma, una laboratorista comienza a diseccionar un teratoma que cobra vida y pronto, en agradecimiento, devela milagrosos poderes de alteración de la realidad; como un genio de la lámpara perverso, que cobra algo a cambio del orden natural. Este cuento, el más largo, me pareció el más espeluznante.
Los 11 cuentos de Arciniegas son una implosión impredecible bajo los dedos, un carrusel de bestias innombrables.
El estilo de Arciniegas
No obstante, a todos los cuentos los une cierta carencia de pompa. La pluma de Arciniegas va directo al grano, describe sus historias en el momento justo y no teme dejar al lector colgando al borde del clímax. Ella vive en esos instantes de temblor, de desconocimiento propio, de terror a punto de suceder.
Y tiene descripciones que me encantan por lo imprevistas, por lo certeras que son:
“Al llegar al pueblo, caía la tarde. Caminó por las callejuelas, entre las casa ajadas como muelas viejas.”
Claro que sus personajes son transitorios, a veces hasta arquetípicos, pero otros son memorables. Considero a cada uno de estos relatos un mundo a cartografiar; verdadero testamento del alcance de la literatura especulativa y fantástica hecha en Latinoamérica.
Cuentos breves, cuentos que hurgan directo en la llaga de la transformación, en la herida que todavía no entendemos. Así podría describir este libro.
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