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👣💡 Un pasillo pesadillesco: En la casa de Ícelo, de Isabel del Río


Páginas: 128

Editorial: InLimbo

Publicación: 2022


Isabel del Río habla de pesadillas

Y de puertas, del valor necesario para atravesar un umbral cualquiera y ver cómo el recorrido se va extendiendo a tu paso. Justo como en un mal sueño.

Como si transitaras dentro de la tripa de algún monstruo primigenio y colosal.

Esta es una colección de 10 cuentos publicada por InLimbo a inicios de 2022, y fue parte de un pequeño botín de libros que traje desde España.

Me moría por leer más de esta editorial desde que leí De un mundo raro, de mi querida Solange Rodríguez Pappe.


No pierdas de vista la salida

Hubo altibajos. En particular, me parece que el libro empieza débil, pero a partir de 'La casa verde' el libro remonta y entra en su mejor faceta, pues se adentra en territorios liminales, que recuerda al miedo insondable de perder de vista la salida de una casa de cuento de hadas, o se inyecta bajo la piel tras oír la estática chisporroteante de un backroom. Esto de los backrooms es tema supremo en 'El perfil de una sombra', el último cuento de En la casa de Ícelo, el más largo, y a mi gusto, el más logrado.

El descenso hacia la locura es más bien una maldad antigua y luminosa que infesta, contagia y posee, hasta cobrar su siguiente víctima, aunque no la que yo suponía.


Breve reseña de los cuentos

En 'Yo soñé con el fin del mundo', la autora pinta un nuevo mundo vaciado y desolado por una enfermedad misteriosa, donde solo quedan una mujer y una niña ocultándose en una casa y encontrando consuelo en un perro flacucho recién llegado. En 'Dedos de miel', el antojo de esta dulce viscosidad llega hasta la locura y la antropofagia, mientras que en 'Última oportunidad' una chica huérfana casi alcanza una nueva vida, pero su felicidad es torcida por el fantasma vengativo de una niña.

Sí, todos los cuentos poseen elementos fantásticos e inquietantes, y son muy breves (de allí sus 128 páginas), pero cada uno contiene un mundo diminuto que perturba de distinta forma, mundo que casi siempre está protagonizado por mujeres.

Y ellas no están alucinando ni tienen neuropatías, sino que se enfrentan a horrores muy reales; relacionados con la maternidad, la orfandad, el amor de pareja y todos los espantos mundanos que pueblan estas condiciones.


Estos no cejan en cuanto a crueldad y a claustrofobia, porque un tema común en los cuentos es estar encerrada, en ser perseguida, en vagabundear sin poder encontrar una salida, e Isabel del Río lo sabe explotar bien. Otro libro de InLimbo que disfruté y que llena de ánimos para leer los otros títulos que conseguí.


"Su suegra comprendía, ella había estado en aquella habitación lo suficiente como para que la afectara y, a pesar de no hablar de ello, compartía ese secreto oscuro con Lara. Ambas sabían dónde estaba Pedro y gemían con la cara tapada para no hacer ruido, retorciéndose las manos para que el dolor apagara la quemazón de la culpa, pues no podían sacarlo de allí, de la tercera ventana del primer piso, de la habitación cerrada con llave que nadie veía, oculta por la luz."
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