Publicación: 2020
Editorial: Páginas de Espuma
Páginas: 192
Siempre quise escribir una oración que involucrara las frases “internarse en el corazón de la selva” y “paladear el aroma de una tierra cálida en la lengua”. ¿Rima? Sí. ¿Cliché? Quizá. ¿Las palabras que te rondan la cabeza sin llegar a condensarse mientras lees esta antología de cuentos? Definitivamente.
Cuando encontré este título imaginé encontrarme una narración errante, que serpenteara incansablemente a lo largo del Amazonas, presentando distintos países, todos unidos por estas aguas.
Siempre las tacharon de profundas y exóticas, las dotaron con la última esperanza de misticismo y salvajismo de la humanidad; y ya sabes que si hay película le pondrán música de tamborazos. Pero allí donde busqué lo místico también encontré lo inmensamente familiar de aquellas historias que la gente de África y Europa trajo a América, fomentando así la creación de una mitología híbrida, que Méndez Guédez siempre captura en pleno florecimiento.
"Sobre ella existe una cierta tradición oral, pero muy poca escritura, y eso es algo que estoy intentando trabajar en el libro que próximamente publicaré en España.”
En Nombre de Varios Espíritus
La Diosa de Agua es un carrusel de algunas historias bíblicas —Judas, Adán y Eva, los Tres Magos, el Arca de Noé— como diría la vox populi, “tropicalizadas”, y mucho más. Allí redescubrí que la misma vieja historia puede tener una poética muy diferente. Tras la evangelización, estos mitos se integraron a los poblados del Amazonas junto con el culto a María Lionza, la diosa principal del espiritismo venezolano. Como el autor explica en un pequeño glosario que el lector no debería obviarse, este culto posteriormente se demonizó por el cristianismo y fue tachado de brujería. De hecho, el autor lo practicó cuando era pequeño, pero le dijeron que debía mantenerlo en secreto.
Con estos cuentos, que a veces tienen a la diosa en el centro —en todas sus iteraciones— o en la periferia, Méndez Guédez la homenajea y la reinventa: con brazos en alto la presenta al mundo como la figura brillante y piadosa que siempre fue. Además, las ilustraciones de diversos patrones en negro, hechas por Mauricio Rubinstein, sirven como un pequeño interludio para reflexionar. Para sentir que te caes de cabeza dentro del cuento en succión de torbellino.
El Lenguaje
A pesar de la brevedad, las oraciones nunca llegan a sentirse entrecortadas. Cada cuento tiene un estilo diferente y por tanto es difícil generalizar, pero leer esto es deslizar los ojos sobre una superficie muy pulida, un diamante con aristas bien definidas. El autor no escatima en metáforas y descripciones de gran densidad poética (pero no utiliza palabras muy rebuscadas que puedan enfriar la calidez del relato) y consigue aterrizar siempre en la palabra justa.
Es consciente de su tradición, y cuando crees saber a dónde va el cuento, lo subvierte. Lo rompe. Pero el diamante bien pulido sigue allí.
Hay un cuento que es casi un poema, otro que es un diálogo entre lo que él lee y la conferencia que va a atender, narraciones en primera, en segunda, en tercera persona. Algo nunca cambia: la indeleble sensualidad sin excusas y sin motivos de los personajes, la tibieza del ambiente, la frescura del agua al rielar, y el sabor de la comida endémica, desconocido para mí, que aun así consigue generar saliva.
Ambiente
Cuando pienso en este libro, al escribir la reseña, me quedan tras los párpados algunas imágenes fragmentadas, exuberantes de color: una hamaca oscilante, un lago iluminado por el mangata de la luna, una niña tomada de la mano de su padre, una serpiente, una estrella, un bosque impenetrable, cuerpos sudados, campos dorados. Mucho maíz. Son imágenes teñidas de una familiaridad que va creciendo con cada relato y ocasión que se le re-visita, donde a pesar de la violencia que siempre persigue y a veces alcanza a los personajes, quedan restos de una energía especial. Paz conseguida a duras penas.
“La Reina de las aguas, y las tierras, y los frutos… estate atento; los guerreros de ojos rojos beben sangre y le temen al regreso de la Reina. Estate atento. La belleza extrema es como una moneda, tiene otro lado que oculta el horror.”
Los Personajes
Casi todos veneran a María Lionza, cuando no están relacionados con ella. Sin que llegue a explicarse del todo, los creyentes de otra religión más sangrienta y cruel con los animales (pues los sacrifican para su culto) comienzan a esparcirse por la región. A veces ya están en su apogeo, otras apenas han llegado, en otras ya extienden sus brazos como raíces oscuras, con instinto de dominación. Son casi omnipresentes, pero si alguien se merece más este título, es María Lionza.
A veces ya está en el apogeo de sus poderes, a veces apenas ascenderá a ser diosa, a veces es una niña, a veces se oculta en un público para ver un espectáculo de sombras, manos y luces. Es un poder no absoluto: “un dios es tan débil y tan fuerte como quien lo siente dentro”; una mujer plena en su sexualidad, pura, y siempre en conexión con la naturaleza.
“¿Desde dónde hablan esos personajes? Desde la idea de que lo espiritual, lo trascendente del ser humano, nace de su relación con lo inmediato, con la realidad más tangible. El cielo y el infierno se encuentran aquí mismo, entre nosotros. Lo cotidiano es una posibilidad espiritual, sagrada.”
Dicho eso, casi ningún personaje será muy desarrollado. Usualmente quiero entrar a los textos entendiendo de pi a pu, subrayando donde creo que el personaje tomó una decisión o entendió algo. La profundidad de los motivos de todos es algo a lo que siempre le doy vueltas, pero acepto que no todo es entregado en bandeja de plata y será clarísimo, como una fábula; y funciona. A pesar de los tintes fantásticos y de la moral blanca o negra (religiosa) que se relaciona con las historias base, Méndez Guéndez no se va por la ruta fácil de querer adoctrinar. Deja en blanco la pizarra y te dice: sí, puedes tener una mirada nueva.
Veredicto
Creo que esta antología de cuentos es tanto un acto de amor como de crítica. Como el autor lleva viviendo mucho tiempo fuera de Venezuela, todo está envuelto en tintes de nostalgia, y recordar la religión que se practica de vuelta en casa (de la que ahora puede hablar abiertamente, y así ir generando la tradición escrita que le hace falta) es, considero, un claro gesto de cariño. Dejaré que él te explique lo de la crítica:
"Invocar, escribir a María Lionza, es una respuesta literaria y de la imaginación a esa barbarie que es la Venezuela actual. Invocar lo femenino, la conexión amable con la naturaleza, invocar la vida como un modo de rescatar imágenes alternativas a lo que es el discurso del poder: un discurso de sangre, muerte, destrucción".
Es un libro que leí en un par de días: los cuentos son breves y se escurren de entre las manos como lluvia tibia. Además, una portada preciosa como esta nunca hará daño a nadie.
Este libro es un Kaiju Categoría 3, mis Jaegers.
¡Esta es una reseña que NO está en mi canal de youtube Leer en Neón!
Visítalo, allí hablo sobre la literatura con amor y respeto, pero sin perder un toque de diversión.
Novelas gráficas, manga, poesía, narrativa, dramaturgia… en fin, hay de todo un poco. 😎
Con solo una personita que le haya servido la reseña, me doy por bien servida.
¡Chao!
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