Páginas: 134
Publicación: 2023
Editorial: Polilla
La muerte viene estilando
Es una colección de 6 cuentos atemporales, donde los hombres salen a pescar, a montar a caballo, a batirse en duelos con viejos revólveres, a disputar ofensas con rivales.
En estos cuentos, las pasiones desenfrenadas, las rimas y las maldiciones todavía existen, y más asombroso aún, también el honor.
Vivir en el sur es acostumbrarse
Andrés Montero disecciona las almas de sus personajes (no todos hombres, válgase notar, pero su narrativa resuena con más verosimilitud cuando habla de hombres jóvenes acechados por la memoria de un hogar) en la misma costa neblinosa y lluviosa del sur de Chile.
"Lo pensó unos segundos. Nunca le había gustado mucho el mate, pero el viejo sonreía y los otros dos sonreían también, y además comenzaba otra vez a llover y, bajo la pérgola, al menos estaría a cubierto. Todavía no terminaba de recordar que en el sur la lluvia no significaba nada, que la vida era mojada, y lo único que podía hacer era acostumbrarse. Vivir en el sur era eso: acostumbrarse."
Esta se ha quedado detenida en el tiempo: los hombres siguen jugando cartas y tomando al caer la tarde, continúan esperando a que les vengan a cobrar viejas deudas o a que salga a la luz una verdad. Acá, la construcción de tensión y la liberación dosificada de información han llegado a un punto de perfección.
A pesar del ritmo pausado de gesta que tienen, de su lenguaje simple que resuena como profecía, estos relatos no cejan en cuanto a tensión.
La vastedad del alma de los hombres
Es un libro de cuentos muy masculino, que ahonda en las inmensidades de la soledad y voluntad de los hombres, pero de una manera profunda, sensible, resonante. No cae en la exageración de la violencia, si bien ellos se comportan acorde al estoicismo y determinación que implica su rol, sobre todo uno añejado por la tradición.
Claro que, a pesar del ambiente costumbrista, los cuentos dan cabida a enigmas de suplantaciones, de viajes en el tiempo y de apariciones de la Muerte. Poco a poco, nos vamos dando cuenta que los cuentos comparten personajes, y que todos interfieren en los mismos eventos.
Es, por así decirlo, una novela fragmentada, donde todos están acechados por viejos escándalos, así como por su gris cotidianeidad.
Y el final, por su parte, tiene una resonancia de bombo y platillo, de amplia costa poblada por ecos. ¡Qué librazo! 👌
"A lo lejos se dibujó un barco y ambos, sin ponerse de acuerdo, se detuvieron a mirarlo. Las gaviotas cruzaban frente a ellos en su vuelo hacia quién sabe dónde. Cuando los recuerdos amenazaban con convertir el mar en nieve y el barco en un caballo ajeno, el Cholo sintió que se le mojaban los pies. No había visto venir la marea."
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