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Foto del escritorAlicia Maya Mares

🍋 La oscuridad y la violencia reptantes en Tristeza de los Cítricos, de Liliana Blum

Actualizado: 12 nov 2020


Tristeza de los Cítricos (2019)

Publicación: 2019

Páginas: 158

Editorial: Páginas de Espuma

Quizá la portada me desorientó: esperaba algo más de fábula. Pero uf, las páginas se me pasaron volando 🪁✈️ 🪁

Esa es una costumbre de la cual debo deshacerme: leer como si no fuera a haber un mañana. ¿Voracidad lectora o simple gula? El jurado todavía no lo decide. Todavía voy descubriendo que los cuentos se deben leer espaciados entre sí, para buscarles un maridaje 🍷 apropiado, para procesarlos bien antes de seguir con el próximo.


Tristeza de los Cítricos reúne diez cuentos de Liliana Blum, autora mexicana que tenía pendiente desde hace rato y finalmente me animé a leer.



La violencia cotidiana


Al inicio, estos diez relatos me parecieron carentes de un hilo conductor; diametralmente diferentes en ambientación, estilo y hasta en localización geográfica 🌎. Finalmente entendí que la violencia a la que se refería la contraportada es aquella a la cual nos hemos aclimatado tanto que no nos parece evidente o espantosa: aquella normalizada por una sociedad violenta y machista. Yo sé, yo sé, estas palabreas salen en los discursos de todo el mundo, desde el licenciado hasta el que vende los camotes, y lentamente les han extirpado su sonoridad y su impacto. Pero leer Tristeza de los Cítricos me recordó la perversidad del sistema, de la situación de las mujeres.

Una relación decadente, infidelidades, una violación, un asesinato escabroso del narcotráfico, pedofilia: hay de todos estos terribles moles.

No la culpo, es solo una madre. Desde el principio de los tiempos, las madres siempre han dicho a sus hijas que la noche es peligrosa: lobos feroces que se disfrazan, ladrones de bolsas, asesinos misóginos. Los cuentos de hadas, la nota roja y las leyendas urbanas son nuestro imaginario colectivo.

No hay parábolas que exploten, descripciones poéticas, situaciones mexicanas “surrealistas” o escenas que nos hagan reír. Lo que sí hay es un mundo violento que, acertadamente, describen como ‘terror cotidiano’. Liliana Blum no se molesta en crear personajes con los que puedas empatizar; a casi todos los detesté o me desagradaron. Además muchos cuentos terminaban cuesta abajo, de manera trágica para sus personajes, lo cual me dejaba un mal sabor de boca 😕. Pero, al final, representaban una realidad mexicana que debemos afrontar: señalaban esa parte oscura y mezquina que todos llevamos dentro- y que aquí sale a relucir.


Corazón gris

Me gustaron 💓, sobre todo, el cuento de Respirar Bajo el Agua, El Diablillo de la Balsa y Palabras Bajo Tierra. El segundo está basado en “hechos reales” y Blum hace una imaginación y reconstrucción de cómo acontecieron los hechos; fue el que más me causó gracia. En cambio, el último enumerado, solamente por tener un tinte más “fantástico” y mencionar a Amparo Dávila y Cristina Rivera Garza, me apresó entre sus mandíbulas con más fuerza que cualquier otro. Palabras Bajo Tierra amarró la experiencia de leer el libro y me dio un suspiro de satisfacción que necesitaba desde hacía rato 😅

Lo que sí, no puedo evitar sentir que los cuentos son grises, planos, tristes. Son habitados por infidelidad, mezquindad, envidia, violencia del narcotráfico o sexual, y sí, los leí fácilmente, pero los acababa y decía: ¿ah, va, y? No soy muy monosilábica pero aplicó aquí. Quizá es el bloqueo mental de estar expuesta a situaciones así con frecuencia.


¿Qué se me grabó?

Algunos suceden en Tampico, por lo que el calor húmedo, la brisa 🌬️ de los ventiladores, el sudor, la excitación y el apetito sexual de las mujeres protagonistas fueron lo que más se me quedó grabado. Inclúyase en la lista la corrupción, el desparpajo a la hora de describir la mugre, el dolor y la tristeza, la sutileza al presentar las relaciones se las mujeres ya sea con los amantes o la familia. Sí, válgase notar, los personajes de Liliana Blum son casi siempre mujeres en su madurez, algunas ya con hijos u otras buscando el amor.

En botánica, la "tristeza de los cítricos" es una enfermedad fatal que fulmina a los árboles, tiñéndolos de un gris apagado y un gesto mortalmente caído.
Bajo esta premisa los cuentos de Liliana Blum revelan la imposibilidad de sentimientos y emociones amenazados por la oscuridad que habita en nosotros o en aquellos a quien amamos.

Me parecía un título bonito y ya, pero finalmente entendí. Esta tristeza, esta violencia, no llega a talar los árboles de tajo. Alicaídas, sus hojas van cayendo hasta que no queda más que una especie de exoesqueleto, y las plantas son consumidas por una oscuridad reptante y lenta que los devoró por completo. Y por eso se llama así el libro. Bam.🤯

Algo es un hecho: este libro me ha puesto a Blum bajo el radar, y me sigue ayudando a construir una mejor relación libro-lectora, donde pretendo tener una predisposición diferente a la hora de enfrentarme a los cuentos.

Es un Kaiju Categoría 3, mis Jaegers.

¡Esta es una reseña que NO está en Youtube, en mi canal de Leer en Neón!

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Novelas gráficas, manga, poesía, narrativa, dramaturgia… en fin, hay de todo un poco.

Recuerda que en el blog seguiré subiendo reseñas, incluso de libros de los que no he hablado en Youtube 😎

También actualizaré los libros que compro en Insta y en Twitter.

Con solo una personita que le haya servido la reseña, me doy por bien servida. ¡Éntrale!

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